Todas queremos lucir, además de hermosas, un poco más jóvenes y aplicando el maquillaje adecuado es posible!

Creo que casi nadie quiere llegar a ese horrible momento en el que se acaba nuestra base favorita y es necesario comprar una nueva, por lo general no hay en stock, existe una versión mejorada o peor aún está descontinuada. Entonces comienza nuevamente la carrera por encontrar el punto exacto entre color y cobertura, ya que algunas veces es tan oscura que nos suma años, o es tan clara que parecemos una geisha; además, si compramos esa es demasiado notoria, pero aquella nos resalta las imperfecciones.

No usar base al momento de maquillarse es preferible a usarla de forma incorrecta, pero definitivamente usar la base adecuada en la forma correcta es muchísimo mejor. Recuerda que esto es lo principal en cualquier maquillaje, y al igual que la edad y el tiempo también varía de acuerdo a cada necesidad!

Al omitir este paso, el tono de la piel se verá disparejo, pero si se aplica demasiado, puede acumularse en las líneas de expresión y arrugas, resaltando así las imperfecciones. Es necesario usar una fórmula que sea lo suficientemente fuerte como para suavizar sin apastelar.

Antes de aplicar la base, es necesario tener en cuenta pequeños detalles como, el tipo de piel, la edad, el clima, mantener la piel hidratada, realizar una exfoliación periódicamente, aplicar primer, etc..
Para cada tipo de piel:

• Piel seca:
  Lo ideal es usar una base líquida, en crema e incluso una crema hidratante con color, en lugar de una base en polvo que puede hacer que la piel se vuelva escamosa, ya que el polvo tiende a filtrarse en las líneas de expresión. Intenta usar un spray de configuración en su lugar.
  Ojo: no usar las opacas (acabado mate) ni las cremosas compactas.
  
• Piel mixta o grasa:
  Las ideales son las bases que sean libre de aceites con acabado mate o semi mate, de preferencia las que son larga duración.
  
• Piel normal:
  Cuando en el empaque no especifican el tipo de piel, por lo general, son para pieles normales. Pueden ser con acabado mate (opaca, efecto empolvado) o acabado luminoso (hidratada, fresca). Le sientan bien las bases líquidas, cremosas o las mousse.

El color ideal para nuestra base es aquel que se confunde con nuestro color de piel!

Un tip:
Para lograr un mejor acabado, mayor duración y evitar que se acumule en los pliegues de la piel, sellar con polvo suelto (traslúcido o con color) es la mejor opción.