Hoy quiero hablarte sobre el poder que habita dentro de ti. Ese poder que, a veces, no reconocemos o, incluso, tememos. En la vida, hay momentos en los que debemos dar un paso hacia lo desconocido, donde la incertidumbre puede desbordarnos. Y cuando lo haces, la selva tiembla. Sí, porque cuando el león comienza a cazar, la selva entera siente el peso de su fuerza.

Sé que hay veces en las que el miedo te invade. El miedo a salir de tu zona de confort, a enfrentarte a lo que más deseas y, al mismo tiempo, te aterra. Pero quiero que recuerdes siempre una cosa: El león no teme a su poder. El león no duda de su naturaleza. Y tú, hija mía, eres un león. Eres valiente, eres poderosa, eres imparable. Y cuando decidas levantarte y comenzar a cazar tus sueños, el mundo entero lo sabrá.

Pero, antes de todo eso, debes creer en ti. Debes confiar en el proceso. El miedo vendrá, te lo aseguro, pero eso no significa que no debas avanzar. Cuando el miedo se presenta, significa que estás cerca de algo grande. Que la selva se estremezca es solo la señal de que estás en el camino correcto. Recuerda que el león no se detiene, y tú tampoco debes hacerlo.

Ve al mundo con confianza. Caza tus sueños. Haz que el mundo tiemble con tu energía, con tu determinación. Y cuando lo hagas, que no sea por demostrar nada a los demás, sino para honrar la grandeza que reside en ti.

Con todo el amor del universo y mucho más, mamá.